Realmente no es una sino miles de historias que contar, en primer lugar decir que la historia de la diáspora es la historia de la humanidad, desde sus comienzos siempre ha habido migraciones forzadas de pueblos enteros a otras regiones del mundo para sobrevivir, esta puede tener un impacto negativo o positivo en la política internacional; entre grupos de exiliados, refugiados, emigrantes, expatriados y otras formas de poblaciones y en la política nacional ya sea dando apoyo en los conflictos del país de origen a través del apoyo económico y logístico a combatientes y victimas por igual, así como incidir en los procesos electorales.
La palabra “diáspora” proviene del griego y significa literalmente dispersión, o sea es el desplazamiento de un grupo étnico afín que comparte una identidad común, una vez usada exclusivamente para referirse al fenómeno del éxodo Judío del reinado de Judea, por cierto uno de los éxodos mejor manipulados mediaticamente del mundo. Hoy en día el término es usado mas ampliamente, con un significado general de reubicación forzada en otros países, lejos de la patria. El termino en si implica verse obligado a abandonar el terruño, en tanto la migración se dice es voluntaria, la diáspora es obligada, por eso es característico de la diáspora el deseo arraigado y postergado del ansiado retorno a la patria y de mantener su identidad a sangre y fuego.
Casi cada cultura ha experimentado adaptación y asimilación cuando emigra a un nuevo país y a una nueva cultura, usualmente dejando atrás todo en pos de lo que se percibe como una mejor vida y esta diáspora no solo cambia al país de adopción, sino también al de origen, dando paso a otro fenómeno como la transculturizacion, es decir las experiencias culturales que surgen en la cultura adoptada incluidas las artes que traemos de nuestros países y mezclamos en nuestro nuevo hogar, así como las luchas que liberamos en ellos, lamentablemente estas continuaran en tanto muchos países experimenten guerras o movimientos separatistas, autonomistas, etc.
Precisamente este es el tema que nos interesa abordar en esta revista, la importancia cultural de la diáspora mas que el ámbito estrechamente político, nosotros como amantes de las artes estamos enfocados en presentar la belleza a través de las diferentes manifestaciones artísticas surgidas de nuestra comunidad, creando un espacio a la imaginación donde la responsabilidad social se encuentre con las artes, un espacio interactivo entre los miembros de la comunidad y el resto de la aldea global llámese universo, un lugar de expresión abierto pero mas importante aun que sea un lugar donde se escuchen nuestras voces y se encuentren con las voces de otras diásporas a través de las artes y su importancia en nuestras vidas.
Estamos interesados en difundir el arte creado en la diáspora que desde nuestra perspectiva tiene una gama muy variada de posibilidades y formas, es decir tiene mucho que ofrecer al publico por sus características propias que lo hacen único. Ya que se podría decir que es el resultado de una fusión de culturas y cosmovisiones. La del sentimiento arraigado del artista emigrante por sus raíces y lo que toma del contexto multicultural de una sociedad cosmopolita como esta, en la cual se encuentra inmerso y que reflejan nuevas vivencias y experiencias.
La de una nueva generación de artistas nacida fuera de las tierras de sus padres o emigrados de ella y que buscan involucrase en su entorno, tratando de encontrar una identidad o simplemente respuestas del por que se ubican en una tierra distinta y una sociedad diferente a la de sus antecesores, teniendo que conciliar ambos mundos y crear sus propias expresiones.
Expresiones que buscan manifestar el sentimiento nostálgico y hacer un llamado a la conciencia social, que motive al hombre a tener una mayor participación y responsabilidad social buscando trabajar en unidad por el bienestar colectivo, así como por las futuras generaciones, dejando a un lado los muros que entorpecen el desarrollo social y comunitario, no importando la región.
Por otro lado la diáspora ha abierto un montón de oportunidades, desafíos y transformaciones en el orden económico, político, social y cultural para nuestro país, se podría afirmar que los emigrantes estamos construyendo una nueva patria transnacional, ya no se puede ver a los emigrantes tan solo como perpetuos expulsados de su país por razones políticas o económicas o generadores de remesas sino también como motor de cambios culturales que abren a su vez oportunidades al desarrollo humano, con especial énfasis en las vidas, tanto de los que emigran como de quienes permanecen en el país.
El impacto en todos los ámbitos de la vida nacional es irrefutable y se debe tomar en cuenta por cualquier gobierno medianamente inteligente y potenciar este esfuerzo que conlleve a la efectivizacion de ese caudal que representa cada uno de nosotros y no solamente se nos instrumentalice en tiempos de campanas electorales como la que se lleva a cabo en este momento trascendental en nuestra patria.
Roberto Cabrera
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