En La Fiera de un Ángel las palabras son poros donde se respiran sujetos extraños, seres encarnados en tentaciones, brasas y abismos. Asimismo hay duras huellas de viajes sensuales que sólo condujeron al olvido. La poesía de René Chacón Linares apela a la provocación surrealista para sacudir a una sociedad mojigata y es así como juntando infiernos y cielos nos confiesa: me araño las alas, me muerdo la cola, o bien, le dedica versos a las prostitutas: locas y ciegas por desventuras, doctrinas y otras inquisiciones, buscan el camino de la hoguera.
La dicotomía del titulo, curioso mestizaje entre una fiera y un ángel, expresa la naturaleza del comportamiento humano representando la fiera el subconsciente del autor y el ángel su consciente, la buena postura, para que sin titubeos vivamos la realidad de sus apetitos. Bajo esta perspectiva estamos ante una poesía que ha taladrado profundamente la agitación amorosa entre dos cuerpos y Chacón Linares se ha esmerado en mostrar esta comunión en forma sutil. Su temperatura poética guarda el equilibrio en el peligroso campo del erotismo y, aunque toquemos las entrañas de su voz, apenas nos damos cuenta de haber llegado hasta su vasto mundo onírico donde terminamos sintiéndonos cómplices, meciéndonos desnudos entre juncos y cenizas o volcando la soledad en serpientes embriagadas.
La Fiera de un Ángel no se trata únicamente de alas y tampoco es un vuelo insípido. En estas páginas los ángeles despojados de su rango celestial son tremendos amantes y gozosos amados. Alegría y dolor despuntan libremente en los arrebatos pasionales del poeta quien afirma con gustosa soberbia: hasta salí victorioso del llanto de tus piernas.
Advierto que estos poemas no son recomendables para las buenas conciencias sino para todos aquellos que buscan alterar sus emociones en el bálsamo del fuego eterno
Dina Posada
Poeta Salvadoreña
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