Lo admirable es que en cada conferencia de prensa o intervención pública, "Miguel Bloombito" hace el esfuerzo de hablar español. No solo es cuando va a las comunidades hispanas que dice un par de palabras sino que en cada evento publico hace un punto de dirigirse a los millones de hispanos en NYC que prefieren español. Eso es admirable y digno de imitar.
Ojala que mas politicos hicieran lo mismo, incluyendo a muchos que a pesar de los apellidos latinos no hacen ni el intento o solo pueden pedir "mojitos". Ni piñas coladas porque no pueden mencionar la ñ...
¡Dejen hablar a Bloombito!
2011-09-01
El Diario NY
Hola Dolores Prida
Los esfuerzos del alcalde Michael Bloomberg de alertar en español a los ciudadanos sobre el huracán Irene siguen desternillando de risa a medio mundo, inclusive a aquellos que ni siquiera saben hablar el español ni bien ni mal.
Rachel Figueroa-Levin, quien es mitad puertorriqueña y autora de la serie de tweets satíricos sobre el mal español de Bloomberg que la han hecho una celebridad instantánea, confesó al New York Times ayer que “no se siente cómoda hablando español.”
Los que tienen techo de cristal no deben tirar piedras a sus vecinos. Creo que los latinos deben abstenerse de burlarse del acento o de la gramática de una persona que hace su mejor esfuerzo de hablar en español. Bastante que nos quejamos cuando otros se ríen de nuestro acento o errores cuando hablamos en inglés.
Y sobre eso tenemos una larga historia.
En los años 40, 50 y 60, Desi Arnaz, Carmen Miranda y Charo hicieron sus carreras en el cine y la televisión basados en sus exagerados acentos que a los gringos les parecían muy divertidos. Durante los 70 y 80, personajes de comedias televisivas como José Jiménez (“Is no my $”) y Chico Escuela (“Beisebol has bin bery bery gud to me”), ambos interpretados por actores que no son latinos, fueron blanco de la crítica y causa de quejas a las tele-emisoras en cuestión por parte de nuestra comunidad. Y más recientemente, hasta el acento hispano de figuras animadas como Frito Bandito y Chiquita Banana y animales como el chihuahua de Taco Bell han ofendido a nuestra gente.
Como dice el refrán, lo que es bueno para el pavo es bueno para la pava. Además este tipo de burla es infantil, digna del patio de recreo de una escuela elemental.
Dicen que el Alcalde lleva años estudiando el español formalmente, pero como él mismo dijo, para los adultos no es $ácil aprender otro idioma. Esto es algo que muchos de los lectores de este diario conocen muy bien. Yo personalmente lo conozco muy bien. Cuando era una recién llegada a Nueva York, viví en carne propia muchas humillaciones debidas a mi acento y a la mala pronunciación de algunas palabras y la actitud paternalista que muchos adoptan al escuchar un acento hispano (come me pasó una vez en un hospital). Esa experiencia me fuerza a tener más sensibilidad hacia otras personas que luchan por dominar un idioma, sea cual sea.
Quizás en futuros casos de emergencia, sería mejor que el alcalde utilizara los servicios de un intérprete para que la atención de gente que no tiene nada mejor que hacer y de los medios de comunicación en busca de “escándalos” se concentre en el mensaje y no en el acento del mensajero.
Mientras tanto, esperamos que el Alcalde, quien parece haber tomado toda esta mini-crisis con saludable sentido del humor, no pierda los ánimos de continuar sus estudios de nuestro idioma ni deje de intentar comunicarse con sus constituyentes latinos en español.
El idioma es de quienes lo hablan. Con acento o sin acento.
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