Poeta y narrador nacido en San Salvador (El Salvador), el 2 de diciembre de 1979. Fundador del Grupo Literario La Fragua y se desempeñó como periodista de Diario Co Latino y de El Diario de Hoy. Fue director de las revistas literarias Huella y Mescenas. Se desempeña como periodista independiente y edita la revista literaria La Fragua del Herrero. Es el encargado del taller de literatura de la Universidad Evangélica de El Salvador. Pertenece a las sociedades de escritores internacionales: Red Mundial de Escritores en Español (REMES) y Poetas del Mundo. Publicó los poemarios: Tiempo en la Marea (1999), Cantar bajo el vidrio (2000), La Casa (2001), El último Salmo (2007, su obra más conocida), así como el libro de narraciones cortas Cuentos de Ocio (2006). El Último Salmo ha sido traducido al inglés, francés, japonés y portugués. Su trabajo también se puede apreciar en la Antología de poesía salvadoreña Alba de otro Milenio del escritor Ricardo Lindo. Además ha publicado para medios escritos de diversos países.
martes, 31 de marzo de 2009
DINA POSADA- Poeta Salvadoreña
Nació en El Salvador en 1946. Trabajó en el diario La Prensa Gráfica de El Salvador. Estudió periodismo en la Universidad de El Salvador y psicología en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. Reside en Guatemala. Participó en el nacimiento de Ayer y Hoy, colección de libros de bolsillo dedicada especialmente para rescatar obras literarias guatemaltecas y dar a conocer voces nuevas. Es cofundadora y directora editorial del portal Palabra Virtual (Antología de poesía hispanoamericana) Libros publicados: Hilos de la noche, Guatemala. Edición privada, 1993.Fuego sobre el madero, Guatemala. Edición privada, 1996.
Poemas sueltos: Se encuentran incluidos en libros y revistas, entre otros: Afrodita en el trópico, Maryland, 1999. Cuadernos del Matemático, Madrid. Revista de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Suplemento De las artes y las letras del ABC, Madrid. Ensayos críticos, artículos y conferencias: Han sido publicados en España, Suecia, Francia, Canadá, Estados Unidos, México, Perú, Chile, Argentina, Centro América y Panamá. Traducciones: Sus poemas están parcialmente traducidos al inglés, francés, sueco e italiano. Sobre su trabajo poético: Ha inspirado obras de fotógrafos y pintores guatemaltecos y sus poemas han sido musicalizados (Antología en CD, Los Ángeles también Cantan, Lima, Perú, 2006) Espectáculos artísticos y exposiciones: Ha formado parte de “Projecte Vaca”, Barcelona, 2005. Exposición “Exilio”, exposición mural, Canadá, 2004. Antologías Entre otras: Mujeres en la literatura salvadoreña, El Salvador y recopilada por Refugio Duarte y la Red de mujeres escritoras salvadoreñas, 1997. Voces sin fronteras, Antología bilingüe (inglés-español) publicada por Lawrence University, dirigida por Susan Rascón. Wisconsin, Estados Unidos, 1999. Voces Nuevas, Antología de 7 poetas publicada en Madrid por Ediciones Torremozas, (6 poetas españolas y una americana), 2001. Mujer, desnudez y palabras, Antología de desmitificadoras guatemaltecas, Luz Méndez de la Vega. Editorial Artemis & Edinter. Guatemala, 2002. Poésie salvadorienne du XX° Siècle. Antología bilingüe (francés-español) María Poumier, traductora y especialista en historia y literatura latinoamericana. Editions Patiño, (Switzerland), 2002. Stigar / Senderos, Antología bilingüe (sueco-español), recopilación de poesía femenina centroamericana, recopilada por Luz Lescure bajo las auspicios de la Biblioteca Real de Estocolmo. Prólogo de Manlio Argueta. Traductores: Stefan Liller, Helena Berggren y Rodrigo Gómez. Estocolmo, Suecia, 2003. El monte de las delicias, Antología de poesía erótica femenina en español. Javier Ruiz Portella, Ediciones Áltera, S. L. 2004. Barcelona, España, 2004. Trilogía poética de las mujeres en Hispanoamérica, Pícaras, místicas y rebeldes, compiladoras: Maricruz Patiño y Leticia Luna. Universidad Autónoma Metropolitana, Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, Fundación Cultural BBVA-Bancomer, Universidad Nacional Autónoma de México. Ediciones La Cuadrilla de la Langosta, México, 2004. Mujer, cuerpo y palabra, tres décadas de re-creación del sujeto de la poeta guatemalteca. (Muestra poética, 1973-2003). Myron Alberto Ávila. M. A., Ph. D. Candidate, Program in Spanish Literatura, University of California, Irvine, Estados Unidos, Editorial Torremozas, Madrid, 2004. Poetas en blanco y negro. Contemporáneos, Edición de Amalia Iglesias, prólogo de Fernando Rodríguez Lafuente, Director de ABCD las Artes y las Letras. Recopilación de los poetas publicados en el Suplemento Cultural del ABC desde 2001 hasta 2006. Abada Editores, S. L., Madrid, 2006. Obras artísticas en las que aparecen fragmentos de su poesía: Daniel Hernández, fotógrafo guatemalteco. Exposición fotográfica EROS Y THANATOS presentada en Valencia, España, en septiembre de 1996. El artista tituló uno de sus trabajos con el poema "Cristo de mis pasiones" del libro Fuego sobre el Madero. César Barrios, pintor guatemalteco. Muestra de acuarelas, realizada en 1999 en Guatemala, escribió en uno de sus cuadros: "Vuelve a colarse el frío por este remiendo viejo que llevo en la memoria", del poemario Hilos de la noche.
Musicalización de su poesía: Los ángeles también cantan. En la voz del poeta José Guillermo Vargas. CD y antología impresa auspiciados por Olandina, revista de Literatura y Arte, y la Casa del Poeta Peruano. Jurado que participó en la selección de los poetas incluidos: Dr. César Ángeles Caballero, Rector Emérito de la Universidad Nacional San Luis Gonzaga, Lic. Pedro López Ganvini, Librería Universitaria de la Universidad Inca Gracilazo. Dr. Luis Yánez, Asesor Académico de la CADELPO. Dr. José Guillermo Vargas, Presidente de la Casa del Poeta Peruano. Lima, 2006.
Congresos donde se han dictado conferencias sobre su obra. Preble Niemi, Oralia: (Profesora de literatura y cultura hispanoamericana y Jefa del Departamento de Lenguas y Literaturas Extranjeras en la University of Tennessee at Chattanooga) "El Eros redentor de Fuego sobre el madero". Estudio crítico leído en el VI Congreso Internacional de Literatura Hispanoamericana, realizado en Panamá- Marzo de 1998. Robbins, Jill: (University of California, Irvine). "Poesía erótica femenina e inscripción de la mujer en la cultura guatemalteca. El caso de Dina Posada". Conferencia leída en el Congreso sobre Literatura Centroamericana realizado en Arizona State University - abril de 1999.
Bibliografía sobre su obra poética
Morales, Mario Roberto: "Hilos de la noche: la poesía como salvación". Revista Crónica- 23 de abril de 1993- Guatemala. Carrillo, Hugo: "Hilos de la noche". Diario Siglo Veintiuno - 21 de septiembre de 1994, Guatemala
Méndez de la Vega, Luz: "Dina Posada: su poesía". Diario Siglo Veintiuno-10 de agosto de 1993- Guatemala. Pellecer, María del Carmen: "Hilos de la noche, nueva obra poética de Dina Posada". Diario Prensa Libre-13 de agosto de 1994-Guatemala. Gutiérrez, Rafael: "El doliente refugio poético de Dina Posada". Diario Siglo Veintiuno-13 de diciembre de 1995- Guatemala. Pintos, Fernando: "Hilos nocturnales de Dina Posada". Revista Crónica-2 de febrero de 1996- Guatemala
Lemus, Juan Carlos: "Poesía erótica: Dina Posada". Diario Prensa Libre-30 de septiembre de 1996- Guatemala. Méndez de la Vega, Luz: "El fuego de Dina Posada". Diario Siglo Veintiuno. 2 de octubre de 1996- Guatemala
Hernández, Mildred: "Fuego sobre el madero de Dina Posada". Diario Siglo Veintiuno-9 de octubre de 1996- Guatemala. Aguilera Radford, León: "Canto a la sexualidad trascendente". Revista Crónica- 11 de octubre de 1996-Guatemala
Paniagua, Rosa María: "Un madero que quema". Diario Siglo Veintiuno-31 de octubre de 1996-Guatemala. Carrera, Margarita: "La poesía de Dina Posada". Diario Prensa Libre-3 de noviembre de 1996-Guatemala. Hernández, Gloria: "Dina Posada" Estudio crítico presentado en el Programa de Maestría en Literatura de la Universidad Rafael Landívar-1998-Guatemala. Nájera, Rubén: "Dina Posada: Fuego sobre el madero". Estudio crítico publicado en la Revista Encuentro del Instituto Guatemalteco de Cultura Hispánica. Diciembre de 1996-Guatemala. Preble Niemi, Oralia: (Profesora de literatura y cultura hispanoamericana y Jefa del Departamento de Lenguas y Literaturas Extranjeras en la University of Tennessee at Chattanooga) "El Eros redentor de Fuego sobre el madero". Estudio crítico leído en el VI Congreso Internacional de Literatura Hispanoamericana, realizado en Panamá- Marzo de 1998, y publicado en la Revista Ístmica de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Heredia, Costa Rica. (Números cinco-seis 1999-2000), dedicado a la literatura centroamericana de fin de siglo XX. Preble Niemi, Oralia: (Universiy of Tennessee at Chattanooga) "La mística a la inversa en Fuego sobre el madero de Dina Posada". Estudio crítico publicado en el libro Afrodita en el Trópico, editado en Maryland, Estados Unidos, 1998. Albizúrez Gil, Mónica: "Postmodernidad y Misticismo: Fuego sobre el madero, una poesía de amor"- Estudio Crítico presentado en el Programa de Maestría en Literatura de la Universidad Rafael Landívar-1998, Guatemala. Robbins, Jill: (University of California, Irvine). "Poesía erótica femenina e inscripción de la mujer en la cultura guatemalteca. El caso de Dina Posada". Conferencia leída en el Congreso sobre Literatura Centroamericana realizado en Arizona State University - abril de 1999. Robbins, Jill: (University of California, Irvine.) "Tradición de la poética de Ana María Rodas, Luz Méndez de la Vega y Dina Posada". Estudio crítico publicado en el libro Afrodita en el Trópico, editado por Scripta Humanística, Potomac, Maryland, U. S. A.-1998. Lewin, Henry: "Biografía de Dina Posada", trabajo presentado en la cátedra de Literatura, Facultad de Administración de Empresas de la Universidad Francisco Marroquín. 2001, Guatemala. Carrol, Jorge: "La poesía de Dina Posada publicada en España por la Editorial Torremozas". Conversatorio realizado el miércoles 10 de octubre de 2001, en el Instituto Guatemalteco de Cultura Hispánica, con motivo del "XVI Festival Hispano-Guatemalteco de Arte y Cultura". Lectura de los poemas a cargo de Pedro Luis Alonso y Felipe Valenzuela- Guatemala. Un fragmento de este trabajo se publicó en la revista Aportes Nº 7, enero de 2002, Guatemala, y el trabajo completo en la Revista de la Universidad de San Carlos de Guatemala. (Nº 11-oct.nov.dic. –2001). Bercián, Adelma: "Dina, la Posada de las palabras", artículo publicado en La Cuerda, publicación mensual feminista -noviembre de 2001- (Año 3, N.40)- Guatemala. Julio Iraheta Santos: "Conversación con Dina Posada", Especial para Suplemento Tres Mil. Diario Co Latino, 23 de noviembre de 2002. San Salvador, El Salvador. Chávez, Luis Antonio: "Fuego sobre el madero", artículo publicado en El Diario de Hoy, 19 de febrero de 2003, San Salvador, El Salvador. Myron Alberto Ávila: Dina Posada. Estudio crítico publicado en Mujer, cuerpo y palabra, (Tres décadas de re-creación del sujeto de la poeta guatemalteca, 1973-2003), antología sobre diez poetas guatemaltecas, Editorial Torremozas, Madrid. Octubre de 2004
Poemas sueltos: Se encuentran incluidos en libros y revistas, entre otros: Afrodita en el trópico, Maryland, 1999. Cuadernos del Matemático, Madrid. Revista de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Suplemento De las artes y las letras del ABC, Madrid. Ensayos críticos, artículos y conferencias: Han sido publicados en España, Suecia, Francia, Canadá, Estados Unidos, México, Perú, Chile, Argentina, Centro América y Panamá. Traducciones: Sus poemas están parcialmente traducidos al inglés, francés, sueco e italiano. Sobre su trabajo poético: Ha inspirado obras de fotógrafos y pintores guatemaltecos y sus poemas han sido musicalizados (Antología en CD, Los Ángeles también Cantan, Lima, Perú, 2006) Espectáculos artísticos y exposiciones: Ha formado parte de “Projecte Vaca”, Barcelona, 2005. Exposición “Exilio”, exposición mural, Canadá, 2004. Antologías Entre otras: Mujeres en la literatura salvadoreña, El Salvador y recopilada por Refugio Duarte y la Red de mujeres escritoras salvadoreñas, 1997. Voces sin fronteras, Antología bilingüe (inglés-español) publicada por Lawrence University, dirigida por Susan Rascón. Wisconsin, Estados Unidos, 1999. Voces Nuevas, Antología de 7 poetas publicada en Madrid por Ediciones Torremozas, (6 poetas españolas y una americana), 2001. Mujer, desnudez y palabras, Antología de desmitificadoras guatemaltecas, Luz Méndez de la Vega. Editorial Artemis & Edinter. Guatemala, 2002. Poésie salvadorienne du XX° Siècle. Antología bilingüe (francés-español) María Poumier, traductora y especialista en historia y literatura latinoamericana. Editions Patiño, (Switzerland), 2002. Stigar / Senderos, Antología bilingüe (sueco-español), recopilación de poesía femenina centroamericana, recopilada por Luz Lescure bajo las auspicios de la Biblioteca Real de Estocolmo. Prólogo de Manlio Argueta. Traductores: Stefan Liller, Helena Berggren y Rodrigo Gómez. Estocolmo, Suecia, 2003. El monte de las delicias, Antología de poesía erótica femenina en español. Javier Ruiz Portella, Ediciones Áltera, S. L. 2004. Barcelona, España, 2004. Trilogía poética de las mujeres en Hispanoamérica, Pícaras, místicas y rebeldes, compiladoras: Maricruz Patiño y Leticia Luna. Universidad Autónoma Metropolitana, Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, Fundación Cultural BBVA-Bancomer, Universidad Nacional Autónoma de México. Ediciones La Cuadrilla de la Langosta, México, 2004. Mujer, cuerpo y palabra, tres décadas de re-creación del sujeto de la poeta guatemalteca. (Muestra poética, 1973-2003). Myron Alberto Ávila. M. A., Ph. D. Candidate, Program in Spanish Literatura, University of California, Irvine, Estados Unidos, Editorial Torremozas, Madrid, 2004. Poetas en blanco y negro. Contemporáneos, Edición de Amalia Iglesias, prólogo de Fernando Rodríguez Lafuente, Director de ABCD las Artes y las Letras. Recopilación de los poetas publicados en el Suplemento Cultural del ABC desde 2001 hasta 2006. Abada Editores, S. L., Madrid, 2006. Obras artísticas en las que aparecen fragmentos de su poesía: Daniel Hernández, fotógrafo guatemalteco. Exposición fotográfica EROS Y THANATOS presentada en Valencia, España, en septiembre de 1996. El artista tituló uno de sus trabajos con el poema "Cristo de mis pasiones" del libro Fuego sobre el Madero. César Barrios, pintor guatemalteco. Muestra de acuarelas, realizada en 1999 en Guatemala, escribió en uno de sus cuadros: "Vuelve a colarse el frío por este remiendo viejo que llevo en la memoria", del poemario Hilos de la noche.
Musicalización de su poesía: Los ángeles también cantan. En la voz del poeta José Guillermo Vargas. CD y antología impresa auspiciados por Olandina, revista de Literatura y Arte, y la Casa del Poeta Peruano. Jurado que participó en la selección de los poetas incluidos: Dr. César Ángeles Caballero, Rector Emérito de la Universidad Nacional San Luis Gonzaga, Lic. Pedro López Ganvini, Librería Universitaria de la Universidad Inca Gracilazo. Dr. Luis Yánez, Asesor Académico de la CADELPO. Dr. José Guillermo Vargas, Presidente de la Casa del Poeta Peruano. Lima, 2006.
Congresos donde se han dictado conferencias sobre su obra. Preble Niemi, Oralia: (Profesora de literatura y cultura hispanoamericana y Jefa del Departamento de Lenguas y Literaturas Extranjeras en la University of Tennessee at Chattanooga) "El Eros redentor de Fuego sobre el madero". Estudio crítico leído en el VI Congreso Internacional de Literatura Hispanoamericana, realizado en Panamá- Marzo de 1998. Robbins, Jill: (University of California, Irvine). "Poesía erótica femenina e inscripción de la mujer en la cultura guatemalteca. El caso de Dina Posada". Conferencia leída en el Congreso sobre Literatura Centroamericana realizado en Arizona State University - abril de 1999.
Bibliografía sobre su obra poética
Morales, Mario Roberto: "Hilos de la noche: la poesía como salvación". Revista Crónica- 23 de abril de 1993- Guatemala. Carrillo, Hugo: "Hilos de la noche". Diario Siglo Veintiuno - 21 de septiembre de 1994, Guatemala
Méndez de la Vega, Luz: "Dina Posada: su poesía". Diario Siglo Veintiuno-10 de agosto de 1993- Guatemala. Pellecer, María del Carmen: "Hilos de la noche, nueva obra poética de Dina Posada". Diario Prensa Libre-13 de agosto de 1994-Guatemala. Gutiérrez, Rafael: "El doliente refugio poético de Dina Posada". Diario Siglo Veintiuno-13 de diciembre de 1995- Guatemala. Pintos, Fernando: "Hilos nocturnales de Dina Posada". Revista Crónica-2 de febrero de 1996- Guatemala
Lemus, Juan Carlos: "Poesía erótica: Dina Posada". Diario Prensa Libre-30 de septiembre de 1996- Guatemala. Méndez de la Vega, Luz: "El fuego de Dina Posada". Diario Siglo Veintiuno. 2 de octubre de 1996- Guatemala
Hernández, Mildred: "Fuego sobre el madero de Dina Posada". Diario Siglo Veintiuno-9 de octubre de 1996- Guatemala. Aguilera Radford, León: "Canto a la sexualidad trascendente". Revista Crónica- 11 de octubre de 1996-Guatemala
Paniagua, Rosa María: "Un madero que quema". Diario Siglo Veintiuno-31 de octubre de 1996-Guatemala. Carrera, Margarita: "La poesía de Dina Posada". Diario Prensa Libre-3 de noviembre de 1996-Guatemala. Hernández, Gloria: "Dina Posada" Estudio crítico presentado en el Programa de Maestría en Literatura de la Universidad Rafael Landívar-1998-Guatemala. Nájera, Rubén: "Dina Posada: Fuego sobre el madero". Estudio crítico publicado en la Revista Encuentro del Instituto Guatemalteco de Cultura Hispánica. Diciembre de 1996-Guatemala. Preble Niemi, Oralia: (Profesora de literatura y cultura hispanoamericana y Jefa del Departamento de Lenguas y Literaturas Extranjeras en la University of Tennessee at Chattanooga) "El Eros redentor de Fuego sobre el madero". Estudio crítico leído en el VI Congreso Internacional de Literatura Hispanoamericana, realizado en Panamá- Marzo de 1998, y publicado en la Revista Ístmica de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Heredia, Costa Rica. (Números cinco-seis 1999-2000), dedicado a la literatura centroamericana de fin de siglo XX. Preble Niemi, Oralia: (Universiy of Tennessee at Chattanooga) "La mística a la inversa en Fuego sobre el madero de Dina Posada". Estudio crítico publicado en el libro Afrodita en el Trópico, editado en Maryland, Estados Unidos, 1998. Albizúrez Gil, Mónica: "Postmodernidad y Misticismo: Fuego sobre el madero, una poesía de amor"- Estudio Crítico presentado en el Programa de Maestría en Literatura de la Universidad Rafael Landívar-1998, Guatemala. Robbins, Jill: (University of California, Irvine). "Poesía erótica femenina e inscripción de la mujer en la cultura guatemalteca. El caso de Dina Posada". Conferencia leída en el Congreso sobre Literatura Centroamericana realizado en Arizona State University - abril de 1999. Robbins, Jill: (University of California, Irvine.) "Tradición de la poética de Ana María Rodas, Luz Méndez de la Vega y Dina Posada". Estudio crítico publicado en el libro Afrodita en el Trópico, editado por Scripta Humanística, Potomac, Maryland, U. S. A.-1998. Lewin, Henry: "Biografía de Dina Posada", trabajo presentado en la cátedra de Literatura, Facultad de Administración de Empresas de la Universidad Francisco Marroquín. 2001, Guatemala. Carrol, Jorge: "La poesía de Dina Posada publicada en España por la Editorial Torremozas". Conversatorio realizado el miércoles 10 de octubre de 2001, en el Instituto Guatemalteco de Cultura Hispánica, con motivo del "XVI Festival Hispano-Guatemalteco de Arte y Cultura". Lectura de los poemas a cargo de Pedro Luis Alonso y Felipe Valenzuela- Guatemala. Un fragmento de este trabajo se publicó en la revista Aportes Nº 7, enero de 2002, Guatemala, y el trabajo completo en la Revista de la Universidad de San Carlos de Guatemala. (Nº 11-oct.nov.dic. –2001). Bercián, Adelma: "Dina, la Posada de las palabras", artículo publicado en La Cuerda, publicación mensual feminista -noviembre de 2001- (Año 3, N.40)- Guatemala. Julio Iraheta Santos: "Conversación con Dina Posada", Especial para Suplemento Tres Mil. Diario Co Latino, 23 de noviembre de 2002. San Salvador, El Salvador. Chávez, Luis Antonio: "Fuego sobre el madero", artículo publicado en El Diario de Hoy, 19 de febrero de 2003, San Salvador, El Salvador. Myron Alberto Ávila: Dina Posada. Estudio crítico publicado en Mujer, cuerpo y palabra, (Tres décadas de re-creación del sujeto de la poeta guatemalteca, 1973-2003), antología sobre diez poetas guatemaltecas, Editorial Torremozas, Madrid. Octubre de 2004
lunes, 30 de marzo de 2009
PILGRIMS OF DEATH-Elkin Echeverri
Nota biográfica
Elkin Echeverri, nació en Medellín, Colombia. Es escritor, actor, director, guionista y Administrador de empresas. Sus cuentos y poemas han sido publicados al inglés e italiano. Su recorrido artístico lo ha llevado por las vías del teatro, el cine, la televisión, la danza y la docencia.
En el ámbito literario ha incursionado en la dramaturgia, el periodismo, la poesía, el cuento y por primera vez, en la novela. Entre sus obras se destacan los libros: Sueños irreverentes, hilando poemas y Utópicas realidades.
Nota editorial.
¡Qué terrible es el mundo del hampa y de las mafias que dominan cualquier país del mundo actual!
Con Peregrinos de la muerte, su autor nos propone esta temática en un país latinoamericano en el cual se destacan todas las rémoras que pesan sobre la mayoría de éstos: riqueza sin límite para unos pocos; pobreza extrema y muerte para la mayoría; pobres que han perdido su dignidad moral por la presión del estómago y de las necesidades propias y de sus hijos, por lo cual se convierten en sicarios de bandas mafiosas y colaboran a sembrar la muerte, la destrucción y la injusticia, con evidente perjuicio de los más marginados. El odio y la venganza reinan por doquier y nadie avizora una luz de salida al final de tan macabro túnel.
Con una destacada competencia profesional, Echeverri maneja los ritmos de la intriga en la trama de su novela, con lo cual el lector se siente atrapado entre sus páginas de comienzo a fin. La vida de un asesino a sueldo se enfrenta al mayor de los retos: La lealtad, último peldaño en su escala de valores. ¿Puede la amistad romper los hilos invisibles de la mafia?
Lanzamiento y presentación: Lunes 13 de abril a las 6.00 P.M en la Biblioteca Connolly de Jamaica Plain.
Valor del Libro $ 10.00 dólares
Disponible en Ingles y Español.
Se pueden adquirir a través de la pagina web: http://www.elkinecheverri.com/ o en la librería: "Schoenfhofs Foreing Books" en la 76 A Mount Auburn Street Cambridge M.A.
Elkin Echeverri, nació en Medellín, Colombia. Es escritor, actor, director, guionista y Administrador de empresas. Sus cuentos y poemas han sido publicados al inglés e italiano. Su recorrido artístico lo ha llevado por las vías del teatro, el cine, la televisión, la danza y la docencia.
En el ámbito literario ha incursionado en la dramaturgia, el periodismo, la poesía, el cuento y por primera vez, en la novela. Entre sus obras se destacan los libros: Sueños irreverentes, hilando poemas y Utópicas realidades.
Nota editorial.
¡Qué terrible es el mundo del hampa y de las mafias que dominan cualquier país del mundo actual!
Con Peregrinos de la muerte, su autor nos propone esta temática en un país latinoamericano en el cual se destacan todas las rémoras que pesan sobre la mayoría de éstos: riqueza sin límite para unos pocos; pobreza extrema y muerte para la mayoría; pobres que han perdido su dignidad moral por la presión del estómago y de las necesidades propias y de sus hijos, por lo cual se convierten en sicarios de bandas mafiosas y colaboran a sembrar la muerte, la destrucción y la injusticia, con evidente perjuicio de los más marginados. El odio y la venganza reinan por doquier y nadie avizora una luz de salida al final de tan macabro túnel.
Con una destacada competencia profesional, Echeverri maneja los ritmos de la intriga en la trama de su novela, con lo cual el lector se siente atrapado entre sus páginas de comienzo a fin. La vida de un asesino a sueldo se enfrenta al mayor de los retos: La lealtad, último peldaño en su escala de valores. ¿Puede la amistad romper los hilos invisibles de la mafia?
Lanzamiento y presentación: Lunes 13 de abril a las 6.00 P.M en la Biblioteca Connolly de Jamaica Plain.
Valor del Libro $ 10.00 dólares
Disponible en Ingles y Español.
Se pueden adquirir a través de la pagina web: http://www.elkinecheverri.com/ o en la librería: "Schoenfhofs Foreing Books" en la 76 A Mount Auburn Street Cambridge M.A.
jueves, 19 de marzo de 2009
TARDE EN MANHATTAN: UNA CIUDAD POSIBLE- Por ANDRE CRUCHAGA
Cada poeta tiene sin duda una ciudad posible: quizá la de los sueños, quizá la de la vida cotidiana; quizá la que construye, en fin, con sus anhelos, la que va inventando tras los poros de la historia personal, al ritmo jubiloso de los días. Así se nos entrega Karla Coreas, [El Salvador, 1972] con su libro de poemas “Tarde en Manhattan, Urpi editores, 2008.
El poeta Luis Pérez Boitel, en el prólogo del mismo, nos enuncia cabalmente el tono del libro: “es un diario de viaje, una oración como salvoconducto por la distancia que tenemos entre nosotros, y frente a nosotros; llegar de un cielo a otro es realmente difícil, equidistante para un hombre común. La autora de estas páginas nos resuelve cualquier situación que nos aísle y nos golpee, pensar en su ciudad natal y ver que hay un mismo cielo a este lado del mundo, quizá sea la pregunta más palpable que reconozca el lector entre un poema y otro.” [Prólogo, pág.8]
El libro de Karla da inicio con un epígrafe de Alfonso Chase, que a su vez es una interrogante: “¿Qué puedo hacer si me he perdido en tu silencio/ y me respondes con el eco del viento y de las hojas?” Entre un poema y otro, la memoria va desatando recuerdos, como su “Fotografía con ausencia” o el mismo poema que da pie al libro: “Tarde en Manhattan”, donde “un farol —dice la poeta— sacude la arena de mis ojos”. Transitando por esas calles la atisba no sólo “la mirada gélida de los faroles”, sino la ternura engañosa de “la medianoche de esa ciudad”.
Hace años, bastantes años para ser exacto, llegó a mis manos a través de la Cooperación española, un libro muy hermoso que leí de un solo tirón (421 páginas). Ese libro se intitula: “De amar y andar, de Jaime Delgado, Ediciones de Cultura Hispánica, 1977. Dicho libro comienza de la siguiente manera: “El conocido poema de Pablo Neruda —de cuyo primer verso tomo el título de esta obra— afirma que los libros nacen de [tanto amar y andar]. Ello quiere decir que el gran poeta chileno sabía bien que la creación artística no es hija solamente de la inspiración, sino también de la experiencia, de lo que el hombre vive y existe. Un largo camino amoroso, hecho al andar —según estableció don Antonio Machado—y amando lo que se anda, constituye la materia sobre la cual actúa la imaginación creadora, el gesto que permite alcanzar la alta cima del arte.”
Traigo a cuentas lo anterior, precisamente porque “Tarde en Manhattan” es eso: un libro amoroso y memorioso del andar, sea por “las noches de marzo”, como se camina la vida, sin que nadie convoque nombres. En estos tiempos, modernos o postmodernos, la poeta delira frente a las mariposas que posan su vuelo en las vitrinas, y no hay nada más sorprendente en ese paisaje urbano que queriéndolas asir, con todo y su respiración fría, los colores sigan intactos. Su delirio es una orquesta de indescriptible sed.
Ana Rossetti, en su poema “A QUIEN, NO OBSTANTE TAN DELICIOSOS PLACERES DEBO”, dice: “Y esa tan transparente neblina que su lengua/ extendió sobre mí…” expresa cabalmente el sentir y palpitar de la autora de “Tarde en Manhattan”. Hay poemas donde dibuja emociones grises que luego las desvía —no se queda en ellas— hacia ese escudo húmedo del pecho. La poesía de Karla, no es poesía grandilocuente ni está afectada por el hollín de lo ininteligible. Ella va destejiendo con naturalidad y pródigamente las sábanas de la emoción que son en esencia las que cuentan en la palabra. A la poeta “se le van abriendo las costuras de la memoria” sin argucias; y así florece su cuerpo y su fervor estremecido.
Esa bitácora del día a día la lleva a pensar y a sentir el verano nupcial en el West Side. Esta parte del libro la comienza con un verso de Roque Dalton. “Inútil todo lo demás. Te amo”. Es un verso contundente para todo ese caudal de emociones, para todo eso que está por venir que es precisamente el triunfo, la consumación de eso que se ama y que es parte de los desasosiegos del ser anhelado. Pero antes, la poeta ha estado en trance: ella escribe poemas de ausencia, de anhelos, de esperanza.
Entre sombras y encuentros hay un dejo de oscuros secretos propios del sentir humano; la poeta pareciera que respira las enredaderas de la melancolía como esos pájaros solitarios que entre las ramas esconden la ternura o, en todo caso, la resguardan. “Voy al encuentro de hoy” es ese estar atenta a los afanes tangibles, sin dejarse amilanar, porque qué otra cosa es vivir en ciudades tan inmensas, aunque allí ella quiera andar el mundo sin prisa —ese mundo amoroso con el amado— para conquistar aquel reino que uno siempre presupone de “húmedas planicies” y fuegos.
Entre los raros desasosiegos y las fotografías, la poeta dialogo consigo misma: de su pecho pareciera que nace la incertidumbre. Entre presencias y ausencias, el amor ejerce su piedra de locura. A veces la inseguridad abrasa las sienes y asciende hasta el vaho del horizonte sin que se pueda negar al pájaro roto del ensimismamiento. Luego, como recobrando la lucidez o sensatez que demanda la vida emerge la aceptación de ese otro ser, indispensable por lo demás para hacer un largo recorrido por las aguas del mar que no es otra cosa, sino las aguas de su alma, su ser interior.
Bien podría seguir con estas divagaciones respecto al libro que hoy nos entrega la poeta Karla Coreas: “Tarde en Manhattan”. Libro lleno de tiempo y pasión como deben ser los libros de poesía. Libro donde lejos de salir del amor se entra a él con la convicción y la gracia de una poeta conocedora de sus derroteros. Ella invoca, descubre, celebra esa fiesta de las mareas en estribor; luego pone en la mesa y abre las ventanas para que todas las palabras le rocen los poros. En cada verso deja sentir sus recuerdos, recuerdos que a veces la muerden o la estremecen porque “el olvido no existe”. Sin embargo para el cabal sentido del libro me quedo aquí, consciente que no soy versado en estos menesteres, sino más bien en desdichas como bien lo anotó en su momento Cervantes.
André Cruchaga.
Poeta y Escritor Salvadoreño
El poeta Luis Pérez Boitel, en el prólogo del mismo, nos enuncia cabalmente el tono del libro: “es un diario de viaje, una oración como salvoconducto por la distancia que tenemos entre nosotros, y frente a nosotros; llegar de un cielo a otro es realmente difícil, equidistante para un hombre común. La autora de estas páginas nos resuelve cualquier situación que nos aísle y nos golpee, pensar en su ciudad natal y ver que hay un mismo cielo a este lado del mundo, quizá sea la pregunta más palpable que reconozca el lector entre un poema y otro.” [Prólogo, pág.8]
El libro de Karla da inicio con un epígrafe de Alfonso Chase, que a su vez es una interrogante: “¿Qué puedo hacer si me he perdido en tu silencio/ y me respondes con el eco del viento y de las hojas?” Entre un poema y otro, la memoria va desatando recuerdos, como su “Fotografía con ausencia” o el mismo poema que da pie al libro: “Tarde en Manhattan”, donde “un farol —dice la poeta— sacude la arena de mis ojos”. Transitando por esas calles la atisba no sólo “la mirada gélida de los faroles”, sino la ternura engañosa de “la medianoche de esa ciudad”.
Hace años, bastantes años para ser exacto, llegó a mis manos a través de la Cooperación española, un libro muy hermoso que leí de un solo tirón (421 páginas). Ese libro se intitula: “De amar y andar, de Jaime Delgado, Ediciones de Cultura Hispánica, 1977. Dicho libro comienza de la siguiente manera: “El conocido poema de Pablo Neruda —de cuyo primer verso tomo el título de esta obra— afirma que los libros nacen de [tanto amar y andar]. Ello quiere decir que el gran poeta chileno sabía bien que la creación artística no es hija solamente de la inspiración, sino también de la experiencia, de lo que el hombre vive y existe. Un largo camino amoroso, hecho al andar —según estableció don Antonio Machado—y amando lo que se anda, constituye la materia sobre la cual actúa la imaginación creadora, el gesto que permite alcanzar la alta cima del arte.”
Traigo a cuentas lo anterior, precisamente porque “Tarde en Manhattan” es eso: un libro amoroso y memorioso del andar, sea por “las noches de marzo”, como se camina la vida, sin que nadie convoque nombres. En estos tiempos, modernos o postmodernos, la poeta delira frente a las mariposas que posan su vuelo en las vitrinas, y no hay nada más sorprendente en ese paisaje urbano que queriéndolas asir, con todo y su respiración fría, los colores sigan intactos. Su delirio es una orquesta de indescriptible sed.
Ana Rossetti, en su poema “A QUIEN, NO OBSTANTE TAN DELICIOSOS PLACERES DEBO”, dice: “Y esa tan transparente neblina que su lengua/ extendió sobre mí…” expresa cabalmente el sentir y palpitar de la autora de “Tarde en Manhattan”. Hay poemas donde dibuja emociones grises que luego las desvía —no se queda en ellas— hacia ese escudo húmedo del pecho. La poesía de Karla, no es poesía grandilocuente ni está afectada por el hollín de lo ininteligible. Ella va destejiendo con naturalidad y pródigamente las sábanas de la emoción que son en esencia las que cuentan en la palabra. A la poeta “se le van abriendo las costuras de la memoria” sin argucias; y así florece su cuerpo y su fervor estremecido.
Esa bitácora del día a día la lleva a pensar y a sentir el verano nupcial en el West Side. Esta parte del libro la comienza con un verso de Roque Dalton. “Inútil todo lo demás. Te amo”. Es un verso contundente para todo ese caudal de emociones, para todo eso que está por venir que es precisamente el triunfo, la consumación de eso que se ama y que es parte de los desasosiegos del ser anhelado. Pero antes, la poeta ha estado en trance: ella escribe poemas de ausencia, de anhelos, de esperanza.
Entre sombras y encuentros hay un dejo de oscuros secretos propios del sentir humano; la poeta pareciera que respira las enredaderas de la melancolía como esos pájaros solitarios que entre las ramas esconden la ternura o, en todo caso, la resguardan. “Voy al encuentro de hoy” es ese estar atenta a los afanes tangibles, sin dejarse amilanar, porque qué otra cosa es vivir en ciudades tan inmensas, aunque allí ella quiera andar el mundo sin prisa —ese mundo amoroso con el amado— para conquistar aquel reino que uno siempre presupone de “húmedas planicies” y fuegos.
Entre los raros desasosiegos y las fotografías, la poeta dialogo consigo misma: de su pecho pareciera que nace la incertidumbre. Entre presencias y ausencias, el amor ejerce su piedra de locura. A veces la inseguridad abrasa las sienes y asciende hasta el vaho del horizonte sin que se pueda negar al pájaro roto del ensimismamiento. Luego, como recobrando la lucidez o sensatez que demanda la vida emerge la aceptación de ese otro ser, indispensable por lo demás para hacer un largo recorrido por las aguas del mar que no es otra cosa, sino las aguas de su alma, su ser interior.
Bien podría seguir con estas divagaciones respecto al libro que hoy nos entrega la poeta Karla Coreas: “Tarde en Manhattan”. Libro lleno de tiempo y pasión como deben ser los libros de poesía. Libro donde lejos de salir del amor se entra a él con la convicción y la gracia de una poeta conocedora de sus derroteros. Ella invoca, descubre, celebra esa fiesta de las mareas en estribor; luego pone en la mesa y abre las ventanas para que todas las palabras le rocen los poros. En cada verso deja sentir sus recuerdos, recuerdos que a veces la muerden o la estremecen porque “el olvido no existe”. Sin embargo para el cabal sentido del libro me quedo aquí, consciente que no soy versado en estos menesteres, sino más bien en desdichas como bien lo anotó en su momento Cervantes.
André Cruchaga.
Poeta y Escritor Salvadoreño
BIOGRAFIA- ANDRE CRUCHAGA
André Cruchaga, Nació en Chalatenango, El Salvador, 1957. Tiene una licenciatura en Ciencias de la Educación. Además de profesor de humanidades., ha desempeñado la función de docente en Educación Básica y Superior. Parte de su obra poética ha sido traducida al francés por Danièlle Trottier y Valèrie St-Germain. Estas últimas, el libro antológico: “El fuego atrás de la ventana” (Le feu derrière la fenêtre) y Viajar de la ceniza. La poeta María Eugenia Lizeaga, por su parte, ha traducido el libro “Oscuridad sin fecha” al Idioma vasco (Euskera); y poemas sueltos, al holandés por Michel Krott. Jurado de Poesía de la XVI Bienal Literaria "José Antonio Ramos Sucre", Venezuela, junio de 2007. Buena parte de su obra se encuentra publicada en diferentes revistas (electrónicas y en papel) de Argentina, Chile, España, Grecia, Estados Unidos, Canadá, Colombia, México, Perú, Italia, Holanda, Grecia.
Reconocimientos:
Primer Premio Juegos Florales de Zacatecoluca, La Paz, 1985.
Primera Mención de Honor, Juegos Florales de San Miguel, San Miguel, 1988.
Primera Mención de Honor, Juegos Florales de San Vicente, San Vicente (2001).
Primer Premio Juegos Florales de Chalatenango, Chalatenango, 2002.
Primer Premio Juegos Florales de Ahuachapán, Ahuachapán, 2005).
Finalista. Primer Concurso Internacional de Poesía "Paseo en Verso", Editorial Pasos en la Azotea, Querétaro, México, 2004/2005.
Eventos Literarios:
Primer Festival Internacional de Poesía, El Salvador, 2002.
Semana Cultural, Universidad de Marylhurts, Portland, Oregon.
VIII Feria Internacional del Libro, El Salvador;
Jornada Cultural Ars Vivendi Homenaje a Ítalo López Vallecillos, El Salvador (2005);
IX Feria Internacional del libro en Centroamérica, 2005, El Salvador.
IV Festival Internacional de Poesía, El Salvador, 2005.
II Festival Primavera de los Poetas, Alianza Francesa de El Salvador, 2006).
IV Festival Internacional de Poesía “EL Turno del ofendido”, El Salvador, mayo de 2007.
Publicaciones:
Alegoría de la palabra. Impresos Roqui, San Salvador, El Salvador, 1992.
Fantasía del agua. Impresos Roqui, San Salvador, El Salvador, 1992.
Fuego de la intimidad. Impresos Roqui, San Salvador, El Salvador, 1993.
Espejo del invierno. 1ª edición Suplemento Cultural 3 Mil de Diario Latino, El Salvador, 1993.
Memoria de Marylhurts. Interface Network, Oregon, USA, 1993.
Visión de la muerte. 1ª. Edición, Suplemento Cultural 3 Mil, Diario Latino, 1994; 2ª edición, Impresos Roqui, El Salvador, 1994.
Antigua soledad. 1ª. Edición, revista Cultura del Ministerio de Educación [abril-junio de 1994] El Salvador.
Insomnio divagante. 1ª. Edición revista Presencia del Centro de Investigaciones Tecnológicas y Científicas [año III, No, 12, 1991].
Viento. 1ª. Edición, Suplemento Cultural 3 Mil, Diario Latino, El Salvador, 1995.
Césped sobre el fuego. 1ª. Edición (edición completa), Suplemento Cultural 3000 Mil, Diario Latino, El Salvador, 1995.
Fugitiva luz de los espejos. 1ª, edición (edición completa), Suplemento Cultural 3 Mil, Diario Latino, El Salvador, 1995.
Fantasía del bosque. 1ª. Edición, Impresos Roqui, El Salvador, 1996.
Enigma del tiempo. 1ª. Edición, Impresos Roqui, El Salvador, 1996.
Roja vigilia. 1ª. Edición, Impresos Roqui, El Salvador, 1997.
Querencia del follaje. 1ª. Edición, Impresos Roqui, El Salvador, 1998.
Rumor de pájaros. (Prólogo de María Cristina Orantes) 1ª. Edición, Editorial Clásicos Roxsil, Santa Tecla, El Salvador, 2002.
Oscuridad sin fecha. (Prólogo de David Escobar Galindo). 1ª. Edición bilingüe español-euskera. Imprenta y offset Ricaldone, El Salvador, 2006. ISBN: 99923-78-80-8.
Pie en tierra. 1ª. Edición, Imprenta y Offset Ricaldone, El Salvador, 2007. ISBN: 978-99923-78-95-3.
Viajar de la ceniza. (Prólogo de María Eugenia Caseiro) 1ª. Edición bilingüe español-francés, por Danièlle Trottier y Valèrie Saint Germain, Imprenta y Offset Ricaldone, El Salvador, ______, ISBN: (en preparación)
Caminos cerrados. (Prólogo de Francisco Azuela), 1ª. Edición, Imprenta y Offset Ricaldone, El Salvador, 2008. ISBN: (en preparación).
Un lugar para la memoria: Antología de poesía salvadoreña contemporánea. Cruchaga, André y René Chacón Linares (Antólogos). 1ª. Edición, __________El Salvador, 2008 (en preparación).
Otras publicaciones:
Antologías: Novísima poesía salvadoreña. Revista Presencia, año III, No.12, 1991.
Poesía a mano. 1ª. Edición, Editorial Universitaria, Universidad de El Salvador, 1997.
100 escritores salvadoreños. 1ª. Edición, Editorial Clásicos Roxsil, El Salvador, 1997.
Antología de una década. 1ª, edición, Casa de la Cultura de Zacatecoluca, CONCULTURA, El Salvador, 1998.
Antología "Paseo en verso", Editorial Pasos en la Azotea, Querétaro, México, marzo de 2005.
Canto a un prisionero. (Homenaje a los presos políticos en Turquía. Editorial Poetas Antiimperialistas de América, Ottawa, 2005. ISBN 1-894879-10-4.
IX y X Antología de la Nueva Poesía Hispanoamericana, 1ª. Edición, Editorial Lord Byron, Perú, 2005.
Muestra poética, Revista Baquiana, Anuario V, 2003-2004, Miami, Florida, Estados Unidos, 2004.
Rolando, La vida. Antología poética, San Salvador, El Salvador, julio 2005. -Poemas sueltos (Revista Generación Abierta, Año 15, No.43 Editada por el poeta Luis Raúl Calvo, Buenos Aires, Argentina, 2006.
Mínima Antología (Tres poetas salvadoreños), Revista Poda, No.3 Editada en Venezuela por el poeta Ramón Ordaz, 2006.
III Antología de Poesía, entre Eros y Tánatos. Asociación de Escritores de Mérida Fondo Cultural “Ramón Palomares”, Venezuela, 2006. ISBN: 980-6679-15-6.
Gaceta Alforja No. 13, de la Revista Alforja, México, abril de 2008.
González Huguet, Carmen. Antología del soneto salvadoreño. Dirección de Publicaciones e Impresos, El Salvador, (en preparación). (no mencionar)
Poumier, María. Poetas por El Salvador, Antología. Editorial Delgado de la Universidad “José Matías Delgado”, El Salvador, 2008.
Leyva, José Ángel (Compilador). Poemas al viento, Antología). 1ª. Edición, La cabra ediciones-Alforja, México, 2008.
Reconocimientos:
Primer Premio Juegos Florales de Zacatecoluca, La Paz, 1985.
Primera Mención de Honor, Juegos Florales de San Miguel, San Miguel, 1988.
Primera Mención de Honor, Juegos Florales de San Vicente, San Vicente (2001).
Primer Premio Juegos Florales de Chalatenango, Chalatenango, 2002.
Primer Premio Juegos Florales de Ahuachapán, Ahuachapán, 2005).
Finalista. Primer Concurso Internacional de Poesía "Paseo en Verso", Editorial Pasos en la Azotea, Querétaro, México, 2004/2005.
Eventos Literarios:
Primer Festival Internacional de Poesía, El Salvador, 2002.
Semana Cultural, Universidad de Marylhurts, Portland, Oregon.
VIII Feria Internacional del Libro, El Salvador;
Jornada Cultural Ars Vivendi Homenaje a Ítalo López Vallecillos, El Salvador (2005);
IX Feria Internacional del libro en Centroamérica, 2005, El Salvador.
IV Festival Internacional de Poesía, El Salvador, 2005.
II Festival Primavera de los Poetas, Alianza Francesa de El Salvador, 2006).
IV Festival Internacional de Poesía “EL Turno del ofendido”, El Salvador, mayo de 2007.
Publicaciones:
Alegoría de la palabra. Impresos Roqui, San Salvador, El Salvador, 1992.
Fantasía del agua. Impresos Roqui, San Salvador, El Salvador, 1992.
Fuego de la intimidad. Impresos Roqui, San Salvador, El Salvador, 1993.
Espejo del invierno. 1ª edición Suplemento Cultural 3 Mil de Diario Latino, El Salvador, 1993.
Memoria de Marylhurts. Interface Network, Oregon, USA, 1993.
Visión de la muerte. 1ª. Edición, Suplemento Cultural 3 Mil, Diario Latino, 1994; 2ª edición, Impresos Roqui, El Salvador, 1994.
Antigua soledad. 1ª. Edición, revista Cultura del Ministerio de Educación [abril-junio de 1994] El Salvador.
Insomnio divagante. 1ª. Edición revista Presencia del Centro de Investigaciones Tecnológicas y Científicas [año III, No, 12, 1991].
Viento. 1ª. Edición, Suplemento Cultural 3 Mil, Diario Latino, El Salvador, 1995.
Césped sobre el fuego. 1ª. Edición (edición completa), Suplemento Cultural 3000 Mil, Diario Latino, El Salvador, 1995.
Fugitiva luz de los espejos. 1ª, edición (edición completa), Suplemento Cultural 3 Mil, Diario Latino, El Salvador, 1995.
Fantasía del bosque. 1ª. Edición, Impresos Roqui, El Salvador, 1996.
Enigma del tiempo. 1ª. Edición, Impresos Roqui, El Salvador, 1996.
Roja vigilia. 1ª. Edición, Impresos Roqui, El Salvador, 1997.
Querencia del follaje. 1ª. Edición, Impresos Roqui, El Salvador, 1998.
Rumor de pájaros. (Prólogo de María Cristina Orantes) 1ª. Edición, Editorial Clásicos Roxsil, Santa Tecla, El Salvador, 2002.
Oscuridad sin fecha. (Prólogo de David Escobar Galindo). 1ª. Edición bilingüe español-euskera. Imprenta y offset Ricaldone, El Salvador, 2006. ISBN: 99923-78-80-8.
Pie en tierra. 1ª. Edición, Imprenta y Offset Ricaldone, El Salvador, 2007. ISBN: 978-99923-78-95-3.
Viajar de la ceniza. (Prólogo de María Eugenia Caseiro) 1ª. Edición bilingüe español-francés, por Danièlle Trottier y Valèrie Saint Germain, Imprenta y Offset Ricaldone, El Salvador, ______, ISBN: (en preparación)
Caminos cerrados. (Prólogo de Francisco Azuela), 1ª. Edición, Imprenta y Offset Ricaldone, El Salvador, 2008. ISBN: (en preparación).
Un lugar para la memoria: Antología de poesía salvadoreña contemporánea. Cruchaga, André y René Chacón Linares (Antólogos). 1ª. Edición, __________El Salvador, 2008 (en preparación).
Otras publicaciones:
Antologías: Novísima poesía salvadoreña. Revista Presencia, año III, No.12, 1991.
Poesía a mano. 1ª. Edición, Editorial Universitaria, Universidad de El Salvador, 1997.
100 escritores salvadoreños. 1ª. Edición, Editorial Clásicos Roxsil, El Salvador, 1997.
Antología de una década. 1ª, edición, Casa de la Cultura de Zacatecoluca, CONCULTURA, El Salvador, 1998.
Antología "Paseo en verso", Editorial Pasos en la Azotea, Querétaro, México, marzo de 2005.
Canto a un prisionero. (Homenaje a los presos políticos en Turquía. Editorial Poetas Antiimperialistas de América, Ottawa, 2005. ISBN 1-894879-10-4.
IX y X Antología de la Nueva Poesía Hispanoamericana, 1ª. Edición, Editorial Lord Byron, Perú, 2005.
Muestra poética, Revista Baquiana, Anuario V, 2003-2004, Miami, Florida, Estados Unidos, 2004.
Rolando, La vida. Antología poética, San Salvador, El Salvador, julio 2005. -Poemas sueltos (Revista Generación Abierta, Año 15, No.43 Editada por el poeta Luis Raúl Calvo, Buenos Aires, Argentina, 2006.
Mínima Antología (Tres poetas salvadoreños), Revista Poda, No.3 Editada en Venezuela por el poeta Ramón Ordaz, 2006.
III Antología de Poesía, entre Eros y Tánatos. Asociación de Escritores de Mérida Fondo Cultural “Ramón Palomares”, Venezuela, 2006. ISBN: 980-6679-15-6.
Gaceta Alforja No. 13, de la Revista Alforja, México, abril de 2008.
González Huguet, Carmen. Antología del soneto salvadoreño. Dirección de Publicaciones e Impresos, El Salvador, (en preparación). (no mencionar)
Poumier, María. Poetas por El Salvador, Antología. Editorial Delgado de la Universidad “José Matías Delgado”, El Salvador, 2008.
Leyva, José Ángel (Compilador). Poemas al viento, Antología). 1ª. Edición, La cabra ediciones-Alforja, México, 2008.
André Cruchaga, el cazador de metáforas. Por María Eugenia Caseiro
Rastro de los sueños; así titula André Cruchaga el poema que ha sido objeto de las presentes especulaciones críticas. Un título glosado hoy por Cruchaga en 47 versos, pero preludiado, antecedido, por todas y cada una de sus metáforas -las prehistóricas- producidas para llegar a esta denominación que bien podría ser el nombre propio de un poemario completo, o yendo más allá, el título que acopia, en cuatro palabras, toda la obra de André Cruchaga.
Cuarenta y siete versos ensartan el collar de Rastro de los sueños, casi una metáfora por verso que puede estudiarse separada de la anterior o la siguiente sin dejar a un lado el sentido metafórico intratextual conjunto -constante en la obra de André Cruchaga-. De ello se desprende, no de este poema, esquemática de su trabajo, sino del conjunto Cruchaga, que puede que todavía esta labor de cazador le lleve toda su vida, y que toda su vida, la del antes y la del después, sea la caza interminable de tales sueños metafóricos; muchísimos más cuanto más devela. Sería cuestión de dedicar libros enteros a internarse en la selva de su poesía, netamente distintiva, metafórica, neobarroca, y sobre toda cosa apasionada. Sus imbricados versos se dejan llevar por el paisaje oblicuo de una discursiva en que, a pesar de lo intrincada, puede palparse el impromptu.
Aunque esté considerado como un arquetipo postraumático en poesía, el vocablo sueño, de condición ampliamente polisémica, partiendo de sus diferentes acepciones, se entroniza generalmente en el plano de la actividad onírica (ensoñaciones) y es ahí que antes de que la ciencia lograse dar al traste con una serie de cuestiones de verdadero interés para lograr entender mejor la actividad del cerebro humano en el período de sueño, incluso en el de vigilia, ya todas las culturas, grandes o pequeñas; todos los pueblos, razas, religiones del planeta, han conferido al sueño una tremenda importancia, siendo que muchos sueños han pasado a tener un carácter de historicidad. El propio Platón, que por una parte y apoyado en su dialéctica puso discípulos y adversarios frente a Sócrates y les hizo descubrir, por medio de sus contradicciones, ideas que tenían en sí mismos sin saberlo, concedía sin embargo a los sueños origen divino. Así Aristóteles, fundador de la lógica, asociaba los sueños a la experiencia. Por este camino hasta nuestros días, al sueño, aparte de su importancia vital como función biológica, que aún no se logra establecer qué mecanismos intervienen en él, ni qué funciones o factores biológicos abarca, a pesar de estar estrechamente relacionado con el cerebro y su actividad mental, también se le adjudican acepciones de índoles sagrada y misteriosas .
Este preámbulo que de alguna manera se halla vinculado al que precede al poema de Cruchaga y en que el autor habla de "escarbar" en el subconsciente, en esa búsqueda en la que tropieza con "ángeles y demonios", es apenas una de las disímiles rutas para entrar en la gruta de la poesía de André Cruchaga. Poesía recóndita, a veces laberíntica, pero siempre en contraste con altos momentos de vuelo en que se lanza en pos de un universo galáctico, desconocido, surrealista. Regresando al poema cuyo título evoca en mí ese peregrinaje de su libro Viajar de la ceniza, publicado recientemente y que tuve el gusto de prologar, y presentir al tiempo que vaticinar, un nuevo viajar, esta vez por las anchurosas carreteras de los sueños de Cruchaga ya que Cruchaga es un domador de sueños, un cazador de metáforas; y, ¿qué es una metáfora? sino una especie de sueño con sus caprichosas torceduras llevado a las grafías del lenguaje.
El viaje, el incansable peregrinar de André Cruchaga por las sendas de la imaginación, es una de las constantes de su poesía. Rastro es también unvocablo de condición polisémica. Se rastrea en busca de algo, se persigue un rastro; lo hace nuestro autor: busca con olfato de cazador, persigue la presa, la captura, y aún con la inquietante certidumbre del instante de su captura, la sirve, ya palpitante, ya vencida, cocida y aromada con el sello del montero. Hablar de rastro, es también hablar de trazas, de los vestigios (de un todo) que nos llevan a la búsqueda de ese todo (los sueños como un todo) o de lo verdaderamente esclarecedor de esos sueños, y éste sería el caso de Rastro de los sueños, no de un sueño si no de los sueños, del sueño infinito, de ese sueño que es uno y son todos, de ese sueño que me atrevería a especular, es atrapar el infinito en una metáfora. Y como la letra de un tango, “en un beso la vida”, la vida en una metáfora es la premisa de nuestro cazador. Así la presa de Cruchaga se sirve viva, latente.
Cruchaga crea el ambiente que recrea por medio de la fusión de sus imaginarios de vueltas simbólicas al tiempo que deslinda de forma natural dentro de esa atmósfera aparentemente caótica, la necesidad de su búsqueda incesante. Siempre he dicho -lo creo- que el único orden posible es aquel que se halla en el caos, y es esa cantera caótica precisamente, cementero de donde nuestro autor extrae la roca para dar paso su orden; ordenado caos de Cruchaga pleno de yacimientos, de venas, de pozos, de galerías, en que nuestro cazador se convierte en Dios y crea la circunstancia desde la circunstancia, en un imaginario en que pareciera batallar con legiones de abrumadoras imágenes, con miríadas de episodios inenarrables que se agolpan. Pero para Cruchaga, contrariamente a ese rasgo de la obra de Salvador Spriú en la que el paso del tiempo conduce siempre a un final, aunque sólo haya una vida y sólo haya un tiempo que se agote, nuestro cazador no sólo prevé la circunstancia si no que asume el imponderable de que no puede ni debe perder un solo átomo de esa fuente de irradiaciones que recibe del tiempo -el cronométrico- en forma de relámpagos; relámpagos de oscuridad luminosa o de luminosidad oscura, como se les quiera llamar, que Cruchaga atrapa con voracidad, atesora en metáforas de versos fulmíneos, en palabra centelleante..., para correr en busca de otro y otro y otro relámpago que mantengan para siempre fuera de ese final, no a él, el Dios circunstancial, el cazador, sino a su presa: la palabra cifrada.
Consciente e inconsciente, con ángeles y demonios escritos en versos cifrados, la poesía de Cruchaga es presa lista para que el comensal hambriento, y ya la historia, o la vida misma, se encargará de preservar sus mensajes. Para André Cruchaga no existe el sosiego, nada es más importante que ir en pos de sus sueños, de los sueños; nada más importante que esas sombras que aletean en la luz o esas luminiscencias que aletean en la oscuridad, y a las que debe dar captura para que no queden fuera del juego del tiempo, y sea de esa única y difícil forma, cuanto más complejo más completo el escenario, el mundo, el universo de junglas con presas vírgenes que le obsesiona y en el que ya nunca abandonará su oficio de cazador solitario.
María Eugenia Caseiro buhowriter@hotmail.com 12 de marzo de 2009
N.A. Las consideraciones o valoraciones críticas del reciente poema de André Cruchaga, Rastro de los sueños, cuya lectura e interpretaciones especulativas me asaltaron en momentos de insomnio, son causa, no de una lectura a tan altas horas si no de la lectura habitual, tal vez sea mejor decir el seguimiento, de la poética de Cruchaga. Me disculpo de antemano si ha resultado en algún desacierto, el que mi ojo amateur no logre abarcar toda la profundidad que amerita el trabajo de este poeta.
Rastro de los sueños
“Rastros del sueño”, tejidos de la memoria:
Eco de un tiempo transfigurado en las persianas
Cálidas de las pupilas. El firmamento hundido
En las manos —el tren roto del calendario
En la lengua de los rieles, las ramas del viento
Como una lluvia que la música no borra.
—Aquí y allá, jugando al ajedrez del horizonte,
Al jardín oscuro de los relojes, a la sed que no sacia
Las lunas del País, al árbol del silencio
En los meses de la garganta, al fantasma del asfalto
En la noche caminando con cuervos y sicarios.
El amor y la ternura otra vez en la ausencia:
—sólo en los parques se ve el temblor de las sombras
Y esa forma del tiempo ceñida a la boca.
Esa forma de refugio marmóreo y de granito.
Los pies furiosos y cansados de caminar sobre
Las hojas de los libros, las calles carcomidas
Por el ansia, a veces apretada furia de la angustia.
Las horas arden en su partida moribunda:
Muerden en la centella de la almohada
—soplan los muros, las puertas y las ventanas.
El polvo ahoga los poros y junta la ceniza en los cuadernos
Donde hemos ido escribiendo las aguas interiores.
El hierro ha formado su violín de halcones, —sordos
Violines en la niebla de la tormenta, transiciones
Que sólo son posibles en la noche de los espejos.
El jadeo de los metales hiende la memoria:
Hoy discurren vahos en medio de respiraciones ácidas.
La sequedad puede más que un lecho de humedad plena.
La inocencia se perdió en cada palabra: hoy
Se ha llenado de pretextos e indiferencia y destiempo.
Los antiguos miedos fraguan su lado oscuro,
La rugosidad es demasiado habitual y carcome
Como un fuego a ciegas los sembradíos de la transparencia.
Luego los objetos en negro, la respiración
En su concavidad pétrea —las aguas bajando sin voz
Por los espejos y de nuevo la luz oscura ardiendo
En el cuerpo como la noche que cuelga sus ojeras
En el desván líquido de las pupilas…
La raíz del sueño se queda en la garganta, en la sombra
Súbita que se respira: Ahí la memoria juega
Sin palabras, pero arde frente al vértigo —hacia
Las aguas del aliento donde se lamen los suspiros.
El sueño siempre juega a ser un sueño de irrealidades:
Y por más días y lámparas o noches,
Ahí están rotos los párpados junto a una estación
Sin pupilas fiables, a los pañuelos del alba.
Barataria, 11.III.2009
Cuarenta y siete versos ensartan el collar de Rastro de los sueños, casi una metáfora por verso que puede estudiarse separada de la anterior o la siguiente sin dejar a un lado el sentido metafórico intratextual conjunto -constante en la obra de André Cruchaga-. De ello se desprende, no de este poema, esquemática de su trabajo, sino del conjunto Cruchaga, que puede que todavía esta labor de cazador le lleve toda su vida, y que toda su vida, la del antes y la del después, sea la caza interminable de tales sueños metafóricos; muchísimos más cuanto más devela. Sería cuestión de dedicar libros enteros a internarse en la selva de su poesía, netamente distintiva, metafórica, neobarroca, y sobre toda cosa apasionada. Sus imbricados versos se dejan llevar por el paisaje oblicuo de una discursiva en que, a pesar de lo intrincada, puede palparse el impromptu.
Aunque esté considerado como un arquetipo postraumático en poesía, el vocablo sueño, de condición ampliamente polisémica, partiendo de sus diferentes acepciones, se entroniza generalmente en el plano de la actividad onírica (ensoñaciones) y es ahí que antes de que la ciencia lograse dar al traste con una serie de cuestiones de verdadero interés para lograr entender mejor la actividad del cerebro humano en el período de sueño, incluso en el de vigilia, ya todas las culturas, grandes o pequeñas; todos los pueblos, razas, religiones del planeta, han conferido al sueño una tremenda importancia, siendo que muchos sueños han pasado a tener un carácter de historicidad. El propio Platón, que por una parte y apoyado en su dialéctica puso discípulos y adversarios frente a Sócrates y les hizo descubrir, por medio de sus contradicciones, ideas que tenían en sí mismos sin saberlo, concedía sin embargo a los sueños origen divino. Así Aristóteles, fundador de la lógica, asociaba los sueños a la experiencia. Por este camino hasta nuestros días, al sueño, aparte de su importancia vital como función biológica, que aún no se logra establecer qué mecanismos intervienen en él, ni qué funciones o factores biológicos abarca, a pesar de estar estrechamente relacionado con el cerebro y su actividad mental, también se le adjudican acepciones de índoles sagrada y misteriosas .
Este preámbulo que de alguna manera se halla vinculado al que precede al poema de Cruchaga y en que el autor habla de "escarbar" en el subconsciente, en esa búsqueda en la que tropieza con "ángeles y demonios", es apenas una de las disímiles rutas para entrar en la gruta de la poesía de André Cruchaga. Poesía recóndita, a veces laberíntica, pero siempre en contraste con altos momentos de vuelo en que se lanza en pos de un universo galáctico, desconocido, surrealista. Regresando al poema cuyo título evoca en mí ese peregrinaje de su libro Viajar de la ceniza, publicado recientemente y que tuve el gusto de prologar, y presentir al tiempo que vaticinar, un nuevo viajar, esta vez por las anchurosas carreteras de los sueños de Cruchaga ya que Cruchaga es un domador de sueños, un cazador de metáforas; y, ¿qué es una metáfora? sino una especie de sueño con sus caprichosas torceduras llevado a las grafías del lenguaje.
El viaje, el incansable peregrinar de André Cruchaga por las sendas de la imaginación, es una de las constantes de su poesía. Rastro es también unvocablo de condición polisémica. Se rastrea en busca de algo, se persigue un rastro; lo hace nuestro autor: busca con olfato de cazador, persigue la presa, la captura, y aún con la inquietante certidumbre del instante de su captura, la sirve, ya palpitante, ya vencida, cocida y aromada con el sello del montero. Hablar de rastro, es también hablar de trazas, de los vestigios (de un todo) que nos llevan a la búsqueda de ese todo (los sueños como un todo) o de lo verdaderamente esclarecedor de esos sueños, y éste sería el caso de Rastro de los sueños, no de un sueño si no de los sueños, del sueño infinito, de ese sueño que es uno y son todos, de ese sueño que me atrevería a especular, es atrapar el infinito en una metáfora. Y como la letra de un tango, “en un beso la vida”, la vida en una metáfora es la premisa de nuestro cazador. Así la presa de Cruchaga se sirve viva, latente.
Cruchaga crea el ambiente que recrea por medio de la fusión de sus imaginarios de vueltas simbólicas al tiempo que deslinda de forma natural dentro de esa atmósfera aparentemente caótica, la necesidad de su búsqueda incesante. Siempre he dicho -lo creo- que el único orden posible es aquel que se halla en el caos, y es esa cantera caótica precisamente, cementero de donde nuestro autor extrae la roca para dar paso su orden; ordenado caos de Cruchaga pleno de yacimientos, de venas, de pozos, de galerías, en que nuestro cazador se convierte en Dios y crea la circunstancia desde la circunstancia, en un imaginario en que pareciera batallar con legiones de abrumadoras imágenes, con miríadas de episodios inenarrables que se agolpan. Pero para Cruchaga, contrariamente a ese rasgo de la obra de Salvador Spriú en la que el paso del tiempo conduce siempre a un final, aunque sólo haya una vida y sólo haya un tiempo que se agote, nuestro cazador no sólo prevé la circunstancia si no que asume el imponderable de que no puede ni debe perder un solo átomo de esa fuente de irradiaciones que recibe del tiempo -el cronométrico- en forma de relámpagos; relámpagos de oscuridad luminosa o de luminosidad oscura, como se les quiera llamar, que Cruchaga atrapa con voracidad, atesora en metáforas de versos fulmíneos, en palabra centelleante..., para correr en busca de otro y otro y otro relámpago que mantengan para siempre fuera de ese final, no a él, el Dios circunstancial, el cazador, sino a su presa: la palabra cifrada.
Consciente e inconsciente, con ángeles y demonios escritos en versos cifrados, la poesía de Cruchaga es presa lista para que el comensal hambriento, y ya la historia, o la vida misma, se encargará de preservar sus mensajes. Para André Cruchaga no existe el sosiego, nada es más importante que ir en pos de sus sueños, de los sueños; nada más importante que esas sombras que aletean en la luz o esas luminiscencias que aletean en la oscuridad, y a las que debe dar captura para que no queden fuera del juego del tiempo, y sea de esa única y difícil forma, cuanto más complejo más completo el escenario, el mundo, el universo de junglas con presas vírgenes que le obsesiona y en el que ya nunca abandonará su oficio de cazador solitario.
María Eugenia Caseiro buhowriter@hotmail.com 12 de marzo de 2009
N.A. Las consideraciones o valoraciones críticas del reciente poema de André Cruchaga, Rastro de los sueños, cuya lectura e interpretaciones especulativas me asaltaron en momentos de insomnio, son causa, no de una lectura a tan altas horas si no de la lectura habitual, tal vez sea mejor decir el seguimiento, de la poética de Cruchaga. Me disculpo de antemano si ha resultado en algún desacierto, el que mi ojo amateur no logre abarcar toda la profundidad que amerita el trabajo de este poeta.
Rastro de los sueños
“Rastros del sueño”, tejidos de la memoria:
Eco de un tiempo transfigurado en las persianas
Cálidas de las pupilas. El firmamento hundido
En las manos —el tren roto del calendario
En la lengua de los rieles, las ramas del viento
Como una lluvia que la música no borra.
—Aquí y allá, jugando al ajedrez del horizonte,
Al jardín oscuro de los relojes, a la sed que no sacia
Las lunas del País, al árbol del silencio
En los meses de la garganta, al fantasma del asfalto
En la noche caminando con cuervos y sicarios.
El amor y la ternura otra vez en la ausencia:
—sólo en los parques se ve el temblor de las sombras
Y esa forma del tiempo ceñida a la boca.
Esa forma de refugio marmóreo y de granito.
Los pies furiosos y cansados de caminar sobre
Las hojas de los libros, las calles carcomidas
Por el ansia, a veces apretada furia de la angustia.
Las horas arden en su partida moribunda:
Muerden en la centella de la almohada
—soplan los muros, las puertas y las ventanas.
El polvo ahoga los poros y junta la ceniza en los cuadernos
Donde hemos ido escribiendo las aguas interiores.
El hierro ha formado su violín de halcones, —sordos
Violines en la niebla de la tormenta, transiciones
Que sólo son posibles en la noche de los espejos.
El jadeo de los metales hiende la memoria:
Hoy discurren vahos en medio de respiraciones ácidas.
La sequedad puede más que un lecho de humedad plena.
La inocencia se perdió en cada palabra: hoy
Se ha llenado de pretextos e indiferencia y destiempo.
Los antiguos miedos fraguan su lado oscuro,
La rugosidad es demasiado habitual y carcome
Como un fuego a ciegas los sembradíos de la transparencia.
Luego los objetos en negro, la respiración
En su concavidad pétrea —las aguas bajando sin voz
Por los espejos y de nuevo la luz oscura ardiendo
En el cuerpo como la noche que cuelga sus ojeras
En el desván líquido de las pupilas…
La raíz del sueño se queda en la garganta, en la sombra
Súbita que se respira: Ahí la memoria juega
Sin palabras, pero arde frente al vértigo —hacia
Las aguas del aliento donde se lamen los suspiros.
El sueño siempre juega a ser un sueño de irrealidades:
Y por más días y lámparas o noches,
Ahí están rotos los párpados junto a una estación
Sin pupilas fiables, a los pañuelos del alba.
Barataria, 11.III.2009
lunes, 16 de marzo de 2009
FRANCISCO FUENTES GONZALEZ- Por Eleazar Rivera
Escribir poesía no es cosa fácil. Quien se dedica a este oficio debe hacerlo con la conciencia clara de que este oficio demanda entrega en cuerpo y alma. Si bien es cierto que la poesía es vida y se nutre de la experiencia cotidiana. También es cierto que sólo la persona que estudia, lee y se instruye en lo referente a la forma y estructura de un texto poético puede llegar a alcanzar los mayores estándares poéticos. Es decir, lograr textos poéticos con un mínimo de calidad.Teniendo estas premisas claras puedo afirmar sin temor a equivocarme que en la diáspora salvadoreña se ha dado una fuga de talento salvadoreño que merece la atención de todos los que aún vivimos en el terruño salvadoreño. Entre estos talentos se encuentra Francisco Fuentes González, quien ha destacado en la caricatura y la poesía. A esta última voy a referirme en las líneas que siguen.Conocí personalmente a Fragua (como le llaman los compañeros de Ikarus Gallery) y al intercambiar impresiones con él pude darme cuenta de que estaba hablando con un poeta honesto y sincero. Fragua entiende que la poesía exige todo lo que apuntaba antes y con todos los medios posible trata de nutrirse de las nuevas tendencias en las letras contemporáneas y al mismo tiempo de documentarse en lo que se refiere a la forma y estructura poética. Es esta búsqueda la que hará que este poeta pueda heredarnos una obra valiosa tanto en forma como en contenido.Ahora que nos presenta su primer libro, celebramos la llegada de este texto que esperamos venga a humanizarnos en este mundo deshumanizado.
Nota publicada por Eleazar Rivera en su blog; www.contrahombre.blogspot.com
Nota publicada por Eleazar Rivera en su blog; www.contrahombre.blogspot.com
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