¿Y a vos quién te entiende?
Once años tenía tu independencia
cuando ya el indio nonualco,
que no entendió nada de esos asuntos protocolarios
se alzaba en armas
(si armas se le puede llamar a las lanzas de nahuizcoyol
que se enfrentaba a las armas de fuego de tus enemigos)
Aquino no se dio cuenta del desorden
que en la capital causó su levantamiento
que si no
el gobierno de Prado
no hubiera hallado para donde volar
(porque en ese tiempo
Miami todavía no era refugio de esbirros y lacayos)
Aquino no sabía ni leer ni escribir
de lo contrario
lo hubieran acusado de comunista
aún cuando Marx ni soñaba por escribir El Capital
(que no te quepa duda que lo hubieran acusado
porque para denigrar un movimiento genuino
los enemigos del pueblo se inventan de todo)
Cien años más tarde
ya las letras habían llegado a algunos de tus barrios y cantones
y con las letras llega el conocimiento
y los pobres entendieron el porque eran pobres
y no sólo eso
también entendieron a Marx
y el gobierno
que les había dicho: "de ese árbol no comerán"
se ensañó en contra de ellos
(porque no les pareció correcto
que al comer del árbol de la ciencia
quisieran convertir en historia, las cadenas
y por eso se echaron
a treinta mil de los tuyos)
Un fusilado
milagrosamente salvado
se ocupó de regar su memoria por todos lados
(es que no le entró ni una bala
porque era de Mármol acorazado)
Como que la espinita del treinta y dos
no te dejaba en paz
y quizá por eso fue
que más o menos cincuenta años después
te volviste a encachimbar
y como los cinco dedos de una mano
estirados hacia todos los rumbos
tu territorio nacional comenzó a temblar
¡Ah, paisito mío!
sos chiquito, pero sos bravo
Y aquí si que estuviste más cerca de voltear la tortilla
y quizá por esa razón te entusiasmaste tanto
que firmaste los acuerdos
la euforia fue inmensa
la alegría duró poco
los asesinos de los jesuitas se ensancharon en el gobierno
Diez y siete años más tarde
te vuelve el alma al cuerpo
ahora tenés un nuevo presidente
que al igual que vos: ¿quién lo entiende?
porque después de ganar se pudo ver claramente
quienes eran los que lo habían apoyado
(desde El Salvador del Mundo
hasta Catedral, y otros lados,
todo era un mar de gente)
Y te aseguro que te volviste a poner contento
y dijiste: "hoy si me llegó mi turno,
y de este macho no me apeyo"
Pero luego viene el vicepresidente
y dice un par de cosas
que luego el mismo presidente desmiente
y ahora despide a un funcionario
que sorpresivamente
un sindicato defiende
y uno se pregunta:
¿Que no son tantas ya demasiadas complicaciones?
ya sólo porque te llamás "El Salvador"
no quiere decir que tenés que revivir ese calvario del Gólgota
ni dejarte crucificar cada vez
que a alguien que se cree importante
le parece
Paisito mío
mira los vientos del sur
y decídete de una vez y por todas
a no andar con cuentos
acordate que sos encachimbado
y que cuando se te mete el indio
(ojala sea Anastasio)
sabes como cambiar el escapulario
por lo que más conviene.
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